Hay dos momentos en los que no me importaría quedarme para siempre.
Uno es cuando estoy bajo la ducha, con los ojos cerrados y oyendo el agua caer.
Otro es en la cama en aquellos domingos cuando tengo que hacer cosas eternas y el tiempo pasa más rápido de lo que quisiera...
Hoy es Domingo, falta poco para la hora del almuerzo y tengo demasiadas cosas que hacer como para estar aquí, sin prestar atención al despertador con patas que constantemente me invita a abandonar la calidez de la cama.
Si, ahora mismo me siento la persona mas feliz de la ciudad, del país, del mundo...
Sigo acostada, con una sonrisa perenne en la cara, los mejores amigos que pudiera tener esperándome tras la puerta y el plan del verano perfecto bajo la almohada!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
bocanada de aire!