La vida.. se puede comparar con muchas cosas, casi con tantas como caricias que te estremezcan podría darte.
A veces me sabe a la amargura de un limón verde, o siento que se repite y se repite, como las vueltas de una noria, pero puede que eso sea culpa de los deja-vus nocturnos que se guardan en la funda del colchón.
A mi me divierte a partir de las siete y media de la tarde y a ella también, aunque dice que vivirla es arriesgarse a tragarse un terremoto con unas gotas de tequila.
La vida es un coco. Si un coco tropical, o un coco muerto de risa en un supermercado.
Todos los sabemos. La vida es dura, a la que hay que quitarle los pelos con cuidado o arrancárselos a la primera. A veces hueca y hay que agitarla con energía para que suene, y que si la sueltas se te va rodando…
Partirla de un golpe, beberse su jugo… y utilizar la cáscara de cenicero.
En mi reloj pasan de las doce, ‘’wonderwall’’ me acompaña y lo confieso ,me gustan los cocos.
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