- Y ahora, tu mezquino e imprevisto interés me cae como un jarro de agua fría… muy fría. Tan fría que casi llega a gustarme como el hielo que espera a derretirse en mi copa. No te acostumbres, o tendremos un problema.
Tampoco tientes a mi afición por tropezar ante las perversiones..
No hay comentarios:
Publicar un comentario
bocanada de aire!