Y aunque lo niegues a ratos, se
que sabes que todos sabemos que en el fondo vas al mismo sitio todas las
mañanas, con tu cara de reina y la mejor de tus remolonas sonrisas, con la
esperanza de verle de pasada y fingir que es otra casualidad, como las de siempre.
Y es que cuando ya no te queda saliva para lamer
tus heridas, no hay mejor manera de curarse que hacerse la coleguita con los
fantasmas del pasado. Aunque te duela, es tu mejor analgésico contra el falso
olvido.
puñaladaaaaaaaaaaa ajajajaja
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