28.6.12

Jueves


A veces no sabemos cuan afortunados somos  por tener algo al que apegarnos, por tener personas-bastón que se preocupen por nosotros o simplemente alguien a quien querer. Somos tan inconscientes de eso, que nos dedicamos a desecharlo y a tratar como algo inútil a aquello que nos da la utilidad de ser seres útiles. Todo pasa. Y el tiempo pone a cada uno en si sitio. Unos serán mas afortunados que otros, y mucho fingirán ser afortunados pero en el fondo se dedican a fabricarse una vida mediocre de desfortunio. (pero eso solo le pasa a los sudados que se empeñan en vivir más allá de sus posibilidades sentimentales, los que valen menos que su propia vida — dejémoslo estar).

Y cuando sabes que eres afortunado y cuando no?
Todo pasa  y todo queda. Ahora, que pase o se quede solo depende de una cosa… y no precisamente de cuantas velas le enciendas a San Antonio para que te consiga trabajo, novio o aparcamiento.

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