¿Sabes? es como cuando quieres cortar un alambre con unas
tijeras malas. No malas, ¿sabes? si no con unas tijeras que no son para cortar alambres.
Pero lo intentas insistente, porque como son tijeras... pero lo máximo que
hacen es torcer el alambre. Masticarlo. Y dejarte la sensación de cuando dos cosas
de hierro se entrecruzan y se te pasa al cuerpo el cosquilleo desagradable,
pero en el que insistes porque te autoconvences que ni el alambre es tan duro
ni las tijeras cortan tan mal, ¿sabes? Y se te quedan melladas. Masticadas. Igual que
las tijeras heredadas de alguien que tenías. Viejas y chiquitas, que más
que cortar el papel, lo rasgaba y lo dejaba como con pelusa. Masticado. Eran tijeras,
pero no cumplían su función ¿sabes?
Lo hace como puede.
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