Simplemente voy a observarte, que es lo que llevo haciendo todo este tiempo.
No te voy a mentir. Estoy realmente enfadada contigo. No es que me defraudes, es que me envenena el como te comportas. Ojo, se el por qué lo haces, así que digamos que de esta manera mi malestar disminuye.
No eres la que eras. Y eso es lo que me jode de verdad. Porque veo injusto esto que te haces a ti misma, como te castigas, como te metes en estos bucles de mierda que se muerden la cola a sí mismos. No voy a cuestionarte, simplemente me enfado (tranquila, se me pasará).
Pero es que permiteme ser vulgar.. no se que coño te pasa.
Donde antes había una persona que maravillaba a todos con su idiosincrasia risueña, ahora hay pena y dolor. ¿Donde dejaste todo eso? ¿Donde están las sonrisas que te dejaban agujetas en la cara de lo grande que eran? ¿Donde está esa chica expresiva que le encantaba integrarse donde fuera y con quién fuera? ¿Donde quedaron tus ganas por el esfuerzo de sacar una nota que hiciera sentirte orgullosa de ti misma al acostarte? Dime, ¿donde quedaron las carcajadas a media mañana? las echo de menos.
[Me desconcertó realmente el verte llorar en tu día especial... sigo sin creerme lo que pasó esa noche, en la que se supone que lo único que se debe derramar son confetis,o en su defecto, cachitos de periódico]
Se que no tengo el derecho a decirte esto, y me parece cobarde hacerlo de esta manera, pero se que eres una peregrina fiel a este lugar, y no tengo los suficientes cojones como para darte un toque de atención, porque se que es lo menos que necesitas en estos momentos.
Me duele a mi misma no poder ayudarte, pero ¿que más puedo hacer? no hablamos de un ejercicio de la clase de Evaluación, hablamos de cosas mayores.
No te escribo para echarte en cara nada, no es mi plan, ni lo será ni nada parecido.
Tampoco te echo la bronca. Porque se lo que hay. Y hasta ayer estaba de alguna manera decepcionada contigo, pero hoy me he dado cuenta que sufres de verdad, sobretodo por la impotencia que sientes al no poder hacer nada, por no encontrar solución a todo lo que sucede. Se que te has sumergido muy rápido en este mar turbulento, (sin escafandra) y se que esto ha tenido sus consecuencias... que digamos que no son tan graves, pero que han hecho mella en ti de manera radical. Eres una persona débil, y me preocupo por ti. Y me culpo por no hacerlo lo suficiente. Soy una mala consejera, lo sabes. Pero ambas sabemos que a ti no te hacen falta consejos, sino más besos de pijirito.
No quiero que el dramatismo te absorba de tal manera que tu ''troniquismo'' desaparezca. No sería justo.
Tengo miedo de que pases de ser una muñeca, a un juguete roto. Pero yo se que no hay mal que dure mil años. Tú sabes que las cosas no se solucionan con cobardía.
Pero aún con estas, confió en ti, y en que esto solo sea una página más de tu diario de calumnias al que solo le quedan cuatro hojas cagadas por escribir. Te quiero.
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