Creo que de todas las veces en las que puse empeño en ser
una mejor versión en todos mis yoes, esta es la que mejor me está saliendo. Si.
Y cuesta, joder sí. Y digo yoes, porque estoy intentando darle voz a todas
aquellas porciones de mi misma que siempre existieron pero no estuvieron preparadas
para aflorar en su momento. Pero bueno, ahí están. Hay días en los que se ponen
guapas para salir, otros que ni se levantan de la cama. Pero están. Es como una
especie de efecto mariposa.
Agüita
cuando se desata el caos.
Me gusta. Me hace tener conciencia de mi misma. De
mis cachos.
Estoy hecha de ellos y de cuando en cuando voy haciendo las paces
con cada uno. Me ponen a prueba.
Me gusta, me gusta.
*
Llevo algunas semanas con el run run. Como inquieta,
incómoda. Como cuando te haces un poco de pis en las bragas y lo notas. Que estas
sucia. Pues casi la misma sensación de incomodidad. Esa incomodidad que es
soportable, pero no deja de ser incómoda. Un poco raro. Le echo la culpa a
Mercurio Retrógrado, que viene a ser como el perro imaginario que se comía el
cuaderno de la tarea, pero más jodelón.
Aunque Mercurio es de verdad.
Dice Carlos que
mañana La Luna entra en Cáncer y que todo va a estar más chill.
Yo creo que si,
o al menos pensarlo me tranquiliza.
Él también tiene las bragas con pipí, me
da.
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