31.3.24

domingo de resurrección

 Pasarán los años y los domingos seguirán siendo insanos. Dimanche fou. Es mi propio mantra desde que me conocí.
Este domingo es de esos domingos con unas ganas locas de aburrirme
destriparme
soñarme
Tengo una magua contenta sin necesidad de correr
un domingo sin destino, tan plácido que resuena.
Una vela impregnada en hierbas desatrancadera
[desatrancandera, desatrancadera lo que se da no se quita, lo dice la biblia de la vida de una tal Rita]
Domingo de camisón y más nada.
de descalzadera
de placer solita
Ay! los domingos estos insanos de una magua contenta, nosé porqué.
La magua contenta es una cosa de una y la magua apretada dentro del puño también, si sé porqué.
De esa que hace que sea domingo de canciones de esas que se hicieron para mover el culo y el alma empastada al cora. La vela llora. Cumbias.
Ay! el domingo insano de ganas de tocarme el chocho y meterme la mano poray padentro y sacarme las tripas y luego volvérmelas a meter por donde mismo. Yo no sé hacer eso.  Dimanche fou de esos en los que quisiera de otras muchas cosas que si se hacer.
Que domingo un fisco dramático, pero tocaba ya un domingo así, uf que rico.
Dimanche fou
En el domingo de hoy me di cuenta que a la mata de la menta que estaba casi muerta, le crecieron hojas chiquitas después de que le quitase toda la maraña de ramas secas y podridas de cuando la mata era grande pero se la comió el sol. Es una buena alegoría para un domingo insano como el de hoy.

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