Hay dos tipos de "me hace gracia". Según el contexto, claro. Están los "me hace gracia", porque hay un contexto gracioso. Tu primo te cuenta un chiste, por ejemplo. Pues te ríes, si es gracioso. Si no es gracioso, "te hace gracia". En plan ironía. En plan que te ríes un poquito de tu primo sin que se dé cuenta. "jaja me haces gracia". Y tan pancha. Luego están los "me hace gracia" cuando alguien hace el primo y no eres tú. Pero ese se piensa, no se dice. Este tal, pa ti. Pero claro, si se vira la tortilla y la que haces de prima eres tú, "me hace gracia" porque es como si se conectase el final del chiste malo con el principio y siguiera siendo un chiste malo. No tiene moraleja. Pero también están los "me hace gracia" bien. Pero es bien sabido que tiende a tornarse al lado perverso, pero perverso bien. Es el tipo de pensamiento extrapolado de poner cualquiera conflicto/situación cotidiana al extremo. En plan como la peli de relatos salvajes. Y el extremo es trágico. Muy trágico y perverso. Surrealista. Insano, pero "me hace gracia". Y me rio en alto. Que miedo, la cabecita. Y que miedo cuando algo que me "me hace gracia" significa que me hace tilín. No en plan amor, pero esa intensidad que no se esconde, pero si se esconde porque "me hace gracia", pero no para tanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
bocanada de aire!