Es tarde pero no pasa nada

 Llevaba todo el día nublado. Puse 4 lavadoras. Casi llueve. Ahora ya no hay nubes, porque vino el viento y se las llevó. 

La Luna se vacía y se llena. Está en Leo y tiro porque me toca, y yo digo  cuidado con lo que invocas porque hasta  los gatos están locos con La Luna. A veces cuento cuánto tiempo aguanto sin, pero descubro que mi capacidad pulmonar ya no es la que era.

¿Cómo se sale del remolino? Agarrarse a la escalerita para salir del agua cuando la ola te impulse y no te arrastre la corriente parabajo y el remolino te ahogue. Tirada en las rocas, a veces me expando como un azulejo al sol.  A veces echo de menos ser una charlatana. 

La otra noche, sentada en el filo de la cama me estiré todos los huesos. Las vértebras, las clavículas y los codos.  Me crují tanto que pensé que me rompía. Abrí el pecho parafuera y lo metí paradentro.  Me sonó el cuerpo como le suena a una señora mayor. Se me pasó por la cabeza que tengo el cuerpo de una señora mayor. A veces pienso que me voy a morir. Que me va a dar un parraquito y me voy a quedar frita en el suelo pajarito. Es una idea que me obsesiona a veces. Que le voy a hacer.  Tengo sed. Los animales más interesantes salen por la noche. Es tarde. No pasa nada. No sé si es La Luna que se está llenando pero hoy pensé mientras venía mirando al cielo opaco, que qué bien que siempre sigan. Todos. De los de todos lados. Todos. Gracias.  Bueno, casi todos. Pero gracias igual.  Y es que dice La Luna que lo que te atrae te transforma y se parece a esa frase de que lo que niegas te somete, pero lo que aceptas te transforma. Pues eso. Buenas noches Luna.